Aragorn!
Animismo Nihilista
En última instancia todo lo que haga, todo proyecto, todo lo que construyo, toda relación que comience va a fracasar. El mundo, en la medida en que soy parte de este, también se está disolviendo. Este construir/destruir es mi expresión de un sentimiento que vive en algún lugar entre la ética protestante del trabajo, la voluntad de infligirle anarquía al mundo, y una actitud en contra de los proyectos del Hombre. Estoy satisfecho viviendo aquí, en este lugar inestable, continuando de hacer las cosas que se irán con el viento tan pronto el centro no aguante más. Estoy satisfecho con llamarle nihilismo a esto, no porque es eso lo que es, sino porque nuestra cultura le gusta nombrar cosas y a mi me gusta enviar leminos a saltar de precipicios de su propia creación.
Hay una tendencia que despreocupadamente usa al animismo como una solución al "problema de la espiritualidad". Me preocupa. Un artículo más viejo sobre este tema, "La Canción de la Tierra: Animismo Bio-regional"[1] de Sarah Anne Lawless, padece de ya la vez señala los problemas de la espiritualidad imediatista bastante bien. Por un lado nos beneficiamos del conocimiento (mayormente de datos antropológicos) del aparente paralelismo entre muchas gentes (i.e. que todo el mundo, en el pasado, eran animistas) y por otro lado cualquier intento de practicar el animismo o sufre de ser un tipo de apropiación cultural o un intento cursi a lo oscuro que no satisface de manera inmediata alguna necesidad cultural y se siente bochornosamente pequeño comparado a la grandeza de la tierra entera.
Hay una brecha dolorosa entre ser (o auto-nombrarse) animista y sentir la gloria de lo profano (y lo sagrado). Esta brecha es enorme. Está llena de religiones mono-culturales, civilización, y tecnocracia. Esta trinidad hace el reclamo convincente de que lo sagrado sagrado es de hecho alacanzable mediante el ritual, la ley, y luces parpadeantes. Proclama esto con la promesa de salvación personal y el potencial de revelaciones privadas por medio de sacerdotes, vida urbana, y celulares nuevos.
Es una enorme provocación decir que arrodillarse a solas a la orilla de un río y ser limpiado por lo sagrado es puro animismo sin adulterar. Puede ser un momento genuino (especialmente para alguien envuelto en espectáculo y mentiras) pero no es uno completo. En algún punto uno empaca el equipo de acampar marca REI en la Subaru y conduce de regreso a casa. Un poco después uno lo postea en Tumblr. Uno no está completo en el momento, pero en vez de eso uno es un observador de su propia vida. Esa vida puede sentirse como una serie de momentos reales interrumpidos por periodos de desconexión que se ven como la vida diaria. Vivir puede ser como un problema que puede resolverse después de jubilarse o lo que sea.
El Animismo (grande letra A mayúscula) comenzó a morir cuando la Ciudad comenzó a nacer. Esto no significa que las ansias murieron, pero esas ansias principalmente nos mueven en contra de nosotros mismos y hacia viajes de acampar, escatología y acercamientos a lo enfermizo de este mundo, basados en la fe. Nuestra pregunta es si las experiencias mediadas son las únicas de las cuales somos capaces. Si ese es el caso, como es probable, entonces nuestra capacidad para el goce revelador se acorta, a pesar de los argumentos en contra. ¿Si en realidad estamos rotos, seremos capaces de NO estar rotos? Como anarquistas interesados por cómo el mundo opera, y quizás por cómo pudiésemos servirle de zapatos de madera, somos ingenuos en cuanto a lo que el rechinar de los engranajes significa hoy día. Pensamos que basta con cambiar el mundo sin darnos cuenta que reparar engranajes es un cuarto de lo que el mundo hace. Tenemos ansias pero poca sabiduría sobre las consecuencias imprevistas de nuestras pequeñas estrategias. Esta es la razón por la cual estamos hambrientos por la posibilidad del animismo, una práctica espiritual donde deseo y capacidad están cartografiados perfectamente.
La razón por la cual no resolveremos este problema como los pequeños copitos de nieve que somos es precisamente por eso. Justamente como el monoteísmo ha sido exitoso en el engaño de que representa una relación personal entre tú y el todopoderoso (interpretado e intermediado por sacerdotes, ministros, y la cena en familia) el animismo necesita un tejido social, fuera del orden civilizado, para cobijarse. Este tejido social no es tan sencillo como jugar afuera con otros niños, estar hambriento de lecciones de vida en la mesa de la cocina donde la gente mayor se sienta a hablar, o rituales que te ayudan a entender que eres parte de algo grande. Pero uno puede imaginar tal simpleza. Uno puede imaginarse una vida sin pantallas justo cuando esa vida nos pasó por el lado, pero eso es tan solo una fracción de lo que conllevaría vivir una vida entera. Mientras que el teléfono celular en sí mismo pueda ser sagrado y estar vivo, las cosas que vemos en él son mundanas y ordinarias y así mismo nos hacen.
Es en tierra infértil donde los futuros practicantes espirituales intentan vivir. Estas son vidas duras de vivir, desprovistas de comunidad o de cualquier cosa más que residuos de información de cómo otros hicieron lo que tú estas tratando de hacer. En este contexto hace perfecto sentido que elementos raciales, tontos, o fantasiosos (a menudo la misma cosa) a menudo infiltren lo que es un esfuerzo imposible. No es que no podamos "ir hacia atrás", es que hacerlo es tan difícil como marchar hacia algún lugar completamente nuevo (ya sea Narnia o hacia el universo de Star Wars). Lo nuevo solo aparenta ser más fácil.
Lo que yo propondría, lo que un animismo nihilista conllevaría, sería el reconocimiento de que una tentativa espiritual debería emanar de una práctica sociable. Esto podría ser una conversación entre los siete de nosotros en el bosque, o de diferentes conjuntos en diferentes lugares pero tiene que pasar la prueba del yo/nosotros. Si puedes encontrar a un grupo de personas dispuestas a aguantar la tensión de ser individuados, habiendo padecido el gran dolor de la enajenación profunda en el mundo moderno, sin privilegiar las experiencias propias dentro de un grupo entonces podrías comenzar. Esto se parecería a una larga espera, mientras el tráfico te pasa por arriba, mientras tus dispositivos hacen bip, bop, bip, en tu carro, cuando pudieses estar haciendo otras cosas, para que el mundo alrededor tuyo te exponga su lenguaje. Esto no pasaría de forma rápida. Probablemente tomaría años y luego podría darle forma a un conjunto de principios, un camino a seguir, que le haría sentido a tu conjunto de personas. Por eso es que es imposible imaginar en este mundo, el contexto ha cambiado demasiado radicalmente para imaginar construir un conjunto de herramientas a lo largo de años antes de tan siquiera pensar en usarlas. El contexto a cambiado demasiado radicalmente para imaginar hacer cualquier cosa que tenga que ver con sociabilidad a tan a largo plazo.
Este largo proyecto de escuchar no hace sentido en un mudo de tráfico, pantallas, y dicotomías de mierda como yo y nosotros. Pero este es el comienzo. Uno, encuentra un conjunto de personas, dos, encuentra un lenguaje. Ese lenguaje probablemente no debería ser público porque la próxima tarea es demasiado vulnerable. Estamos hablando de crear algo que la historia del orden actual ha [2] hecho un buen trabajo de genocidar, burlar, y desfilar frente de los consumidores esclavizados del espectáculo moderno para su entretenimiento. Mantener este lenguaje en secreto será casi imposible en un mundo de redes sociales pero la tarea no está aún ni cerca de completarse. Finalmente este lenguaje debe llegar ser significativo. Con este un conjunto de personas, que tendrá que llegar a ser multi-generacional, tendrá que desmontar y recrear un mundo que no sufre de monoteísmo, civilización, y tecnología moderna.
Ese conjunto de tareas imposibles que te comparto es lo más cercano a algo que propondría como una práctica recomendada. Cansados de este mundo, un reconstruir [hastiados, cínico?]de las mismísimas razones por las cuales tan siquiera deberíamos hacer cosas juntos. Una práctica en la cual yo mismo soy incapaz de participar en ella porque yo he sido roto por las mismas cosas que tú. Mi mente ya no es lo suficientemente ágil para aprender un nuevo lenguaje. Mi corazón está muy cicatrizado para hacer algo tan honesto con un grupo de gente nueva y muy experimentado como para hacerlo con los monstruos con los cuales me rodeo (por otras razones). Para ir con suficiente profundidad hasta subvertir el acondicionamiento y la violencia de este mundo es lo suficientemente imposible para yo pueda imaginarme el tipo de persona que lo intentaría, pero no tengo idea que cual sería el resultado, aún en el mejor de los casos.
Sueño con actores libres que viven sin miedo. Imagino mundos que hablan más allá de la comprensión. Imagino a las mismas metas que he expresado siendo vividas por gente que se cuida unos a otros, que se ríen de la sociabilidad vacía de nuestra era, que son la anarquía librada al mundo. Imagino conexiones al mundo de las cuales no soy capaz. Este imposible conjunto de condiciones y potenciales es la razón por la cual tan si quiera me apela un animismo nihilista. Nombra capacidades que no tengo en un mundo en el cual no puedo imaginarme viviendo en él. Eso es todo lo que uno puede pedirse a sí mismo.
[1] https://web.archive.org/web/20140305154119/http://sarahannelawless.com/2014/02/21/the-song-of-the-land-bioregional-animism/